El Palacio Ducal (Palazzo Ducale) es uno de los símbolos de la gloria y el poder de la República de Venecia. Un imponente edificio de estilo gótico, un sólido cubo marmóreo cuyas fachadas principales miran hacia la laguna de Venecia y la plaza de San Marcos.
Esta fue la residencia de los Duci, así como la sede del gobierno y de la corte de justicia veneciana. Su fachada es una obra maestra del gótico mientras que el interior está decorado con bellos materiales como el mármol de Verona y numerosas pinturas y esculturas del periodo renacentista. La entrada principal al palacio era la Porta della Carta, una puerta gótica desde la cual se accede al patio interno donde se halla la Scala d´Oro, el lugar donde el Dux era coronado. Desde este lugar se dirigió el destino de la ciudad y de sus dominios mediterráneos durante mil años.
Siguiendo la visita por el interior del Palacio, llegamos a los aposentos del Dux, decorados con obras de Veronese y Tiziano, la Sala del Maggior Consiglio, donde se ubica el famoso lienzo de Tintoretto, “El Paraíso”, la armería y los oscuros calabozos, en los que estuvo preso el mismísimo Casanova.
En el exterior del Palacio Ducal hay otro punto de interés que atrae a muchos visitantes: el Puente de los Suspiros, que conduce a la vieja prisión. Su nombre se debe a los suspiros que los condenados a muerte emitían al contemplar por última vez los canales de la ciudad antes de afrontar su cruel destino.
Palacio Ducal – Datos de interés:
- Localización: Plaza de San Marcos
- Horario: todos los días de 9:00 a 18:00 horas, en verano el palacio permanece abierto una hora más.
- Precio: 12 €. Hay descuentos para jóvenes y estudiantes.
- Cómo llegar: con las líneas 1, 2, 41, 42, 51, 52, N y LN del vaporetto, paradas de San Zaccaria o San Marco.
- Servicios: cafetería, consigna, audioguía, librería, baños y acceso para personas de movilidad reducida.
- Recomendación: si puedes, visita este lugar a horas diferentes. La formidable fachada del Palacio Ducal está revestida de mármoles y otros lujosos materiales que le confieren un brillo distinto a lo largo del día, según va cambiando la incidencia del sol sobre ella.